Hace tres días que dejó de saberse de humanos sobre la faz de la tierra.
Como no hay nadie para supervisarlas, muchas máquinas se han parado. Miles de toneladas de sustancias químicas han salido de las plantas de todo el planeta y están contaminando este nuevo mundo.

En Londres, el Big Ben, da la hora por última vez. Ya que es necesario darle cuerda a mano una vez cada tres días y no hay nadie para hacerlo. El tiempo del hombre, la historia del hombre se ha detenido, pero la vida en la tierra sigue. Los animales domésticos siguen habitando en casas y edificios y cada vez están más desesperados. Porque hace tres días que nadie les da de comer. Tan solo en Canadá más de dos millones de perros se quedaron atrapados cuando sus propietarios se esfumaran. Estos animales deben escapar de su casa, sino, morirán.
Algunas luces artificiales funcionan todavía, pero pronto se apagarán. Las luces de las plantas nucleares siguen encendidas, los generadores de emergencia que funcionan con gasoil se pusieron en marcha en cuanto falló la electricidad pero cuando se detengan, el edificio provocará una catástrofe sin precedentes.