lunes, 15 de junio de 2015

230 años de nuestra repentina marcha.

      Apenas queda rastro del impacto que causamos. Pero en tierra firme aún hay prestigios de la humanidad. Cuando dominábamos la tierra nos gustaba construir símbolos de nuestro poder. Pero, ¿cuánto durarán? ¿Que monumento será el ultimo en caer ahora que ya no estamos?
Ya han pasado 200 años desde que desaparecimos del planeta.

      La naturaleza ha invadido muchas de las ciudades del mundo. Pero algunos ríos siguen encerrados entre algunos monolitos de hormigón.

domingo, 14 de junio de 2015

Han transcurrido 150 años desde que los humanos desaparecieron del planeta Tierra.

      Como ya no hay carreteras ni tejados, las ciudades son más frías que antes. En las ciudades del norte nieva más, y la nieve dura más tiempo. Las manadas de lobos no pasan hambre a pesar del frío del invierno.
Ya han pasado 120 años desde que el ser humano dejara de habitar en la Tierra.

      Gran parte de los rascacielos se han desplomado y convertido en montañas de escombros. El asalto constante del aire y la lluvia ha terminado con las paredes de hormigón. Cuando gobernábamos el planeta el asfalto absorbía el 25% del calor del Sol. Hacía calor en las ciudades, unos 10 grados más que en los bosques y prados que las rodeaban. Sin embargo, ahora que ya no estamos, el negro asfalto está cubierto de hierba y árboles.

martes, 9 de junio de 2015

domingo, 31 de mayo de 2015

Tres meses han transcurrido desde nuestra marcha.

      La radiación ya ha caído del cielo. Las ciudades están en silencio y el tiempo mejora poco a poco. Cuando existía el ser humano, creábamos gran cantidad de polvo artificial. Las nubes utilizan el polvo para crear gotas de lluvia. Sin nuestra producción, llueve mucho menos en las ciudades y el aire está mucho más limpio. Lugares como Manhattan y Toronto, el horizonte se ha ampliado de 30 a 160 kilómetros.

lunes, 25 de mayo de 2015

Se cumple una semana de nuestra desaparición.

      El gas óleo que alimenta los generadores de las plantas nucleares se agota por fin. Cuando se apaga la corriente, el agua fría deja de correr y la temperatura comienza a aumentar. Pasarán varios días hasta que toda el agua hierva y se consuma. No hay nadie que impida este proceso, ni que evite la liberación de una lluvia radiactiva enorme cuyos efectos serán quinientas veces peores que los de Hiroshima.